El respeto hacia la propiedad ajena ya no es obstaculo para desembocar la ira de unos pocos hacia los demás. Esta es una vez más, la rotura de una gran cristalera de esta cafeteria restaurante ubicada en pleno paseo del rompeolas de la ciudad. Actos violentos que no conducen nada más que al desprestigio de una ciudad que se precia de ser acogedora para todos.-
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