Van con las neveras deambulando o ofreciendo el producto en bandejas y preparan en una toalla o neveras, sangria, mojitos, gin tonic e incluso sanwiches, brochetas de fruta y bocatas. Son clanes e incluso familias que llegan en grupo que se van turnando para estar en la playa todo el dia vendiendo. Estos se cruzan con vendedores de gafas, pareos y masajistas orientales que representan un peligro para la salud debido al contagio de dermatitis, una actividad ilegal que aumenta con la llegada del verano en todas las playas de Alicante. El precio de una sangria es de 5 euros, un mojito 10 euros y un masaje 20 euros. Las incautaciones de los agentes de la Policia Local siguen en aumento y con la requisitoria del producto no hay sanción. Los hosteleros de la zona manifiestan que ya no saben a quién acudir por el perjuicio y nadie les atiende, hacen caso omiso y las perdidas son considerables. Se ha dado el caso que, algunas personas compran el producto en la playa y posteriormente se sientan en las mesas de estas terrazas de playa.-
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